Exploring Puerto Rico’s Seamounts, Trenches, and Troughs

Planificación de Viaje 101

By Brian Kennedy - Oficina de Investigación y Exploración Oceánica
Traducido al español por: Wilmarie Cruz Franceschi (Puerto Rico Sea Grant)
Editado en español por: Cristina D. Olán Martínez (Puerto Rico Sea Grant)
April 10, 2015

[ Available in English ]

Figure 1: Mission map showing the operating areas, with priority areas outlined in black, for Leg 3 of Océano Profundo 2015: Exploring Puerto Rico’s Seamounts, Trenches, and Troughs. Map created with ESRI ArcMap software and data displayed is provided by ESRI, Delorme, GEBCO, USGS, NOAA NGDC, and other contributors.

Figure 1: Mission map showing the operating areas, with priority areas outlined in black, for Leg 3 of Océano Profundo 2015: Exploring Puerto Rico’s Seamounts, Trenches, and Troughs. Map created with ESRI ArcMap software and data displayed is provided by ESRI, Delorme, GEBCO, USGS, NOAA NGDC, and other contributors. Imagen cortesía de NOAA Office of Ocean Exploration and Research. Descargue la versión de alta resolución (jpg, 2.3 MB).

Las primeras ideas para la expedición Océano Profundo 2015 se remontan al año 2011, cuando la Oficina de Investigación y Exploración Oceánica (OER, por sus siglas en inglés), junto con el Instituto para la Exploración, realizaron un taller sobre la Exploración Sistemática de la Cuenca Atlántica Habilitada por Telepresencia (oprima aquí para dirigirse al enlace en inglés). Se les extendió una invitación a investigadores del mundo entero para que sometieran ideas sobre las partes del Océano Atlántico que necesitaban ser exploradas con más urgencia. Un subgrupo de aquellos que sometieron sugerencias fue entonces invitado a otro taller, ofrecido en la Universidad de Rhode Island, para discutir sus ideas con colegas de varias otras disciplinas dentro de las ciencias marinas. Durante esta discusión, la Trinchera de Puerto Rico surgió como un área que necesitaba más exploración. Esta área volvió a cobrar importancia en 2013 cuando la OER y el Fideicomiso de Exploración Oceánica sostuvieron un taller comunitario para discutir objetivos exploratorios potenciales en el Caribe y el Golfo de Méjico. Este taller identificó a la Trinchera de Puerto Rico y a las áreas circundantes como objetivos de exploración prioritarios. Las mismas se han convertido en terrenos de exploración bajo Océano Profundo.

En 2015, las estrellas se alinearon con los presupuestos y el tiempo disponible de la embarcación y se logró una expedición de tres viajes a Puerto Rico. Una vez supimos que íbamos a ir a Puerto Rico, se comenzó la planificación detallada de la expedición en 2014.

NOAA Ship <em>Okeanos Explorer</em>  leaves San Juan, Puerto Rico, for the start of the cruise.

NOAA Ship Okeanos Explorer leaves San Juan, Puerto Rico, for the start of the cruise. Imagen cortesía de NOAA Office of Ocean Exploration and Research, Exploring Puerto Rico’s Seamounts, Trenches, and Troughs. Descargue la versión de alta resolución (jpg, 1.3 MB).

El primer paso al momento de planificar una expedición es comenzar a comunicarnos con los investigadores y los manejadores que mejor conozcan el área para asegurarnos de saber cuál es la zona menos explorada y que, por consiguiente, sacaría el mayor beneficio de nuestras operaciones. Les corresponde a los Coordinadores de Expedición de los diferentes viajes recopilar información sobre el área mediante conversaciones con investigadores y manejadores. Durante la planificación de esta expedición contactamos varias divisiones de la NOAA y al Departamento de Manejo de Energía Oceánica (BOEM, por sus siglas en inglés), y recibimos asistencia de parte del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Además de nuestras agencias federales asociadas, obtuvimos el insumo de varias agencias de manejo locales tales como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA), el Departamento de Planificación y Recursos Naturales de las Islas Vírgenes Norteamericanas y el Consejo de Administración Pesquera del Caribe. Una vez se compiló todo este insumo de todas las distintas organizaciones, concentramos nuestra área operacional a lo delineado en los recuadros de la Figura 1.

Una vez  fue identificada nuestra área operacional, hubo una cantidad de logística que el Coordinador de Expedición necesitaba considerar - ¿Se requieren permisos para poder llevar a cabo la expedición en esta área? ¿Se puede maximizar nuestro tiempo en cualquier área al minimizar el tiempo de tránsito a través de la misma? ¿Existe alguna restricción logística sobre la expedición? Para este viaje, no necesitamos permisos y tenemos un líder de equipo de mapeo que planifica nuestras operaciones nocturnas para recopilar información de batimetría de manera más eficiente a la vez que nos lleva a nuestro próximo sitio a explorar a tiempo. No obstante, habían limitaciones logísticas que tenían que ser atendidas – principalmente eran restricciones sobre la desalinización de aguas para beber.

Remotely operated vehicle <em>Deep Discoverer</em> is deployed for a dive.

Remotely operated vehicle Deep Discoverer is deployed for a dive. Imagen cortesía de NOAA Office of Ocean Exploration and Research, Exploring Puerto Rico’s Seamounts, Trenches, and Troughs. Descargue la versión de alta resolución (jpg, 1.4 MB).

Durante los últimos años, el Okeanos Explorer ha estado operando mar afuera en el Atlántico y en el Golfo de Méjico. Operar en un área como Puerto Rico, donde se puede acceder a aguas profundas cerca a la costa, es algo novedoso para nosotros. Nuestro sistema de desalinización de aguas para beber de nuestra embarcación requiere que estemos al menos 20 millas mar afuera para poder producir agua potable, y solo contamos con un espacio limitado para poder llevar agua en la embarcación; por lo tanto, era necesario la planificación sabia del viaje para poder capitalizar el tiempo de potabilizar agua a la vez que se cumplen los objetivos de exploración cercanas a la orilla. También tenemos que planificar teniendo en mente los peligros del fondo del mar como, por ejemplo, equipo de pesca abandonado, cablería submarina, artillería de ejercicios militares sin explotar y otros peligros para la navegación de ROV.

El próximo paso es identificar nuestro equipo científico. Comenzamos a convidar investigadores de todas partes de los Estados Unidos, al igual que de Europa, durante el invierno, para que participaran como parte de nuestro equipo científico basado en la orilla, y para que sugirieran objetivos de exploración discretos. En las semanas próximas al viaje, llevamos a cabo una serie de teleconferencias de planificación para que los más de 80 científicos con base en la orilla nos ayudaran a refinar nuestra área operacional y a identificar objetivos exploratorios y cajas de mapeo. También llevamos a cabo una serie de sesiones de adiestramiento para aprender sobre las herramientas de colaboración que utilizamos para mantener contacto entre la embarcación y la orilla.

Mientras toda esta planificación de excursión ocurre, nuestro equipo de ingeniería de misión estaba ocupado preparando los vehículos, instalando y probando equipo nuevo, y asegurándose que todos nuestros sistemas de telepresencia y manejo de datos estén en condiciones operacionales óptimas. Una expedición habilitada para la telepresencia nos permite expandir nuestro equipo científico más allá de las capacidades de cualquier embarcación de investigación y aprovechar al máximo esta base de conocimiento extendida, pero de igual forma, tiene muchas más variables que hay que tener en mente.

Luego de meses de preparativos, el trabajo (y la diversión) comienzan tan pronto dejamos el muelle y nos movilizamos a operaciones marinas de lleno – operaciones del ROV durante las horas diurnas y operaciones de mapeo durante la noche.